El lugar de trabajo influye significativamente en la salud humana y la mortalidad, y hay demasiados entornos laborales que son dañinos para la salud. La situación afecta a personas de todo tipo de empleos, profesiones, culturas, industrias, partes del mundo, edades y niveles de educación. Es una cuestión de cambio e incertidumbre universal.

A penas tenemos tiempo de habituarnos a todo lo que está sucediendo si pretendemos integrar, tan rápidamente como se presentan estos estímulos, avances  e informaciones en nuestras vidas. ¿Como vamos a poder atender a todo sin seleccionar antes?

A diario nos enfrentamos con miles de estímulos diferentes muy frecuentes, que  hace varios años  nos llegaban de forma más pausada. Es información que  proviene de infinidad de fuentes externas que antes no existían o a las que no teníamos acceso, y que gracias a internet y las nuevas tecnologías, nos pueden influir  a todos. A veces, vamos de pantalla en pantalla sin realmente fijar nuestra atención mucho tiempo en nada. Ha sido  muy rápida esta nueva forma de entender el mundo, y  esto, no ha hecho más que empezar.  La Inteligencia artificial, la robótica, el blockchain, el big data, los algoritmos, el internet de las cosas, las  profesiones de nueva creación… son las nuevas realidades y han venido para quedarse y seguir transformando la estresante sociedad en la que vivimos.

Los trabajadores  tendrian que aprender cuáles son los riesgos de salud en su ambiente de trabajo, incluyendo los riesgos psicológicos, actualmente más omnipresentes y peligrosos, que los riesgos de una lesión física, por ejemplo, para salvaguardarse. No olvidemos que muchas enfermedades están causadas por factores psicológicos, y que estos tienen relación directa con el estrés que tenemos que gestionar. Sin darnos cuenta, algunas veces añadimos más estrés a nuestra vida laboral porque la estamos gestionando de una forma que no encaja con nuestro propio estilo, con nuestras motivaciones, y esto supone un plus de estrés.

Se dice que en un futuro muy próximo, ocho de cada diez jóvenes encontraran trabajos que aún son inexistentes en el ámbito laboral. Esto nos pone sobre la pista de que la adaptación será clave para la supervivencia, pues pasaremos por muchas fases. Los avances tecnológicos y digitales ya están trayendo  aparejados nuevos e importantes cambios que requieren una nueva asimilación y adaptación al entorno. El ser humano tiene una increíble capacidad de adaptación individual, pero no cabe duda de que los esfuerzos por una  comprensión de estos cambios, además de  una más perfecta coordinación de recursos cognitivos y emocionales, que sean compartidos por todos, harán la transición más fácil de una fase a otra.

Lola Lopez. Psicologa empresarial

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