TOMAR DECISIONES
@El cerebro a la hora de tomar una decisión valora las opciones que tiene y empieza una especie de carrera en nuestra mente que acaba ponderando más positivamente una de las opciones, haciéndola ganadora.
@Para que gane una de las opciones consideradas, hemos de haber tenido en cuenta: El valor de la acción, el costo del tiempo invertido, la calidad de la información sensorial de que disponemos, y la urgencia que tenemos a nivel personal por responder, o lo que llamamos coloquialmente la ansiedad o la impaciencia por tomarla.
@Cuanto más ruido interno tengamos en el momento de la toma de una decisión, más probabilidades tenemos de equivocarnos, y el ruido interno se deriva la mayoría de las veces del ruido que hay fuera de nosotros: palabras, escenarios, personas, sonidos, movimientos… Por ejemplo la música tiene consecuencias muy directas en las decisiones que tomamos. Cuanto más rápida y ruidosa sea la música que estemos oyendo, más fácilmente tomaremos una decisión con mayor riesgo a equivocarnos. Esto lo saben muy bien los comercios cuando ponen música a ritmo rápido y alto, lo cual agiliza de manera directa el que tomemos la decisión de la compra, aun a riesgo de equivocarnos.
@Existen dos tipos de decisiones: las primeras son las que podemos sopesar evaluando los pros y los contras porque existen un numero limitado de variables que podemos encontrar, y el segundo tipo de decisiones son aquellas que afectan a nuestra vida en su totalidad, habiendo muchas más variables desconocidas y una mayor incertidumbre por lo complejo de la decisión. Por ejemplo cambiar de trabajo o empezar una relación sentimental. En este segundo grupo de decisiones, el dejarnos llevar por nuestra intuición, y lo que nos dice el corazón, suele ser la mejor apuesta, pues llega un momento en que lo puramente racional, no nos sirve.
@Pero hay algo que favorece y optimiza cualquier tipo de toma de decisiones, y es tener la mente lo más tranquila posible, estando en paz, tratando de ignorar los ruidos que vienen de fuera y aminorando los de dentro. Esto es especialmente importante cuando debemos permitir que decida nuestra intuición, por eso el silencio y el espacio que hacemos con él, entre nosotros y el mundo, suele ser necesario e importante.
Lola Lopez