DONDE QUIERA QUE VAYAS….

 En el trabajo, con tu familia, con tus amigos…

Con tus proyectos, con tus expectativas…

Con tus esperanzas, con tus desilusiones…

Con tus virtudes y tus limitaciones…

Con tus pasiones, tus miedos, tus éxitos y tus fracasos,

Con tus problemas y tus logros…

Con tus propósitos y despropósitos…

Con tus sueños y necesidades…

Con tus pensamientos y tus emociones… vayas donde vayas… ahí vas a estar siempre tu. 

 No importa si es solo o acompañado. Si es en una isla paradisiaca, tomando unas cañas, solucionando un problema, hasta “arriba de trabajo” … o viviendo el infierno de la peor de las perdidas personales… Podemos movernos de sitio, pasar por distintas situaciones, pero como nos sintamos en ellas, depende mucho mas de nuestro estado mental.

La única persona que va a estar contigo desde que naces hasta que mueres, sin dejarte ni un minuto, vas a ser tu.

Mas vale llevarnos bien con nosotros. Lo más sensato es que tratemos de ser  nuestro mejor amigo. Ese amigo que menos debe fallarnos. Porque nuestra salud es la que nos va a permitir dar el sello personal a las experiencias que vivamos.

Allá donde vamos, estamos nosotros. Da igual que el escenario sea bueno o malo, de lo que vivamos o nos toque vivir, de lo que nos quieran o nos odien… del objetivo y la prioridad, lo realmente importante, es llevarse bien con uno mismo y saber perdonarse. Para que nos pasen cosas buenas es mejor aceptarnos y queremos. Porque al lado de lo que no te gusta de ti, esta  todo lo bueno que eres…

No dejes tu autoestima en manos de los demás, porque la autoestima es tuya, nadie tiene que dártela, a pesar de que nos guste el reconocimiento,  el apoyo cuando nos sentimos perdidos o indefensos, o necesitemos de afecto, o incluso solo alimentar nuestra vanidad. El trabajo de la autoconfianza y la autovaloración personal empieza por aceptar que aun pudiendo ser nuestros mayores jueces, también entendemos más de nosotros que nadie, y que la sentencia final solo es nuestra.  Da igual que haya otros jueces fuera porque nunca lo harán mejor.

Solo queriéndonos  a nosotros mismos, podemos  querer bien a los demás. Solo aceptándonos, podemos aceptar a los demás. “Haz el bien y no mires a quien”, empieza por uno mismo, porque el amor empieza justo ahí. Por aceptarse a cualquier precio. Aceptar tus errores, tus debilidades, tu grandeza y tu bondad. Empieza por quererse incondicionalmente. Por cuidarte mental y físicamente para estar lo mejor posible.

Cualquier objetivo y propósito en la vida debería partir de esta premisa.

Lola Lopez

 

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies
X