SATISFACCION + MOTIVACION = COMPROMISO

Una de las cosas que necesitamos las personas para tener pleno bienestar, es estar bien en nuestro trabajo.

Cuando alguien se siente cómodo, se siente implicado, y disfruta de ello. El tiempo se pasa volando y la satisfacción que nos produce, se convierte en motivación y rendimiento. Ambas cosas, son sinónimo de compromiso con la empresa.

Desgraciadamente el mayor porcentaje de los trabajadores de cualquier empresa diría que no le gusta su trabajo. Según el índice Deloitte Shift, un 80 por ciento de la gente, no está satisfecha en su empresa, lo cual constituye uno de los problemas esenciales, pues sin satisfacción, no hay motivación, ni sentimiento de compromiso.

Una vez que las recompensas materiales están más o menos satisfechas, y cubren de forma adecuada nuestras básicas necesidades, está demostrado que son otro tipo de recompensas las que nos mueven y motivan, tales como el reconocimiento, la valoración, y el sentimiento de integración en el grupo. Estos aspectos, que pueden parecer menos importantes, constituyen la clave de la satisfacción y el compromiso en las personas.

El trabajo es muy importante en nuestras vidas. Algo significativo es el hecho de que las personas nos recuperamos más rápidamente de la perdida de una pareja, que de la perdida de nuestro trabajo.

Necesitamos sentirnos activos y comprometidos, para sentirnos realizados. Al fin y al cabo, pasamos muchas horas haciendo una actividad laboral, y es en el trabajo donde tenemos que sentirnos más implicados y satisfechos. De hecho, un estudio de Gallup sobre las claves de la felicidad, concluyo que la satisfacción en el trabajo es una de esas claves.

Si estamos comprometidos y nos sentimos implicados en nuestro trabajo, sentiremos mayor plenitud, que si lo vemos como algo que solo nos reporta dinero a fin de mes.

Este sentimiento de plenitud está asociado al orgullo de pertenecer a un todo. Un todo que es nuestra empresa, y que compone una parte importante de nuestra vida.

 Cuando un trabajador habla bien de su empresa, aporta un alto valor añadido. Muchos trabajadores de la misma empresa haciendo lo mismo, proporcionan la mejor estrategia de marketing. Esta estrategia, constituye un gran éxito para la organización.

 Los trabajadores satisfechos y motivados se comprometen con lealtad, y atraen la lealtad de sus clientes. Está demostrado que lograr la lealtad de los clientes pasa primero por asegurar la lealtad de los empleados e inversores.

Tratar de implicarse, es hacer de cada uno, lo que parece que es de otros. Si cada elemento humano se siente alineado con la cultura y los valores colectivos de la empresa, la lealtad será una de las claves dominantes, lo cual es fundamental para la consecución de los objetivos.

El papel de los líderes en la empresa es fundamental en este compromiso. Un jefe que no valora a su gente, que no motiva prestando atención a lo que realmente la gente pueda aportar, que censura, en vez de dar libertad, que no sabe motivar, a quien la gente trata de evitar, puede destruir el interés por alcanzar los objetivos. Por mucho que se esfuerce por empujar en una dirección, no lo conseguirá nunca, si las personas no están comprometidas con su empresa.

Estar mal en el trabajo, hace que no nos impliquemos. Así, eludimos responsabilidades para no tener que dar cuentas de nada. Puede convertirse en un letargo permanente si no le damos, o encontramos solución. La desmotivación esta reñida con el compromiso.

La empresa necesita personas comprometidas. Que se responsabilicen, y asuman su papel con proactividad, y con la convicción de que su trabajo es igual de importante que el de todos los demás. Cada esfuerzo, es una pieza clave en el rompecabezas.

La falta de compromiso nos lleva a largo plazo, a un mayor estrés. Cuando tenemos una actitud negativa, y estamos pendientes de que “suene la campana” para irnos a casa, esto nos crea más estrés, que el estrés que pueda darse como consecuencia del ejercicio de un trabajo.

Nuestras experiencias en el lugar de trabajo inciden directamente sobre nuestra salud psicológica y física. Por eso, divertirse cada día haciendo lo que hacemos en el trabajo, estar cómodos en nuestro medio laboral, permitirá desarrollar nuestras aptitudes y fomentará nuestro interés, esfuerzo, y compromiso en la empresa. A la vez, nuestro propio crecimiento personal.

    El problema de la falta de compromiso realmente existe en un alto porcentaje, y es uno de los principales problemas a los que se enfrenta cualquier empresa.

 Diferentes estudios, entre otros los de “Fortune” y “Standard and Poor´s han demostrado que los empleados comprometidos pueden aportar a la empresa hasta un 30 % más de beneficios, consiguen mayor lealtad de compra entre sus clientes (hasta un 50% más), y pueden llegar a solucionar mejor los problemas que se plantean en el desempeño de sus tareas. La satisfacción en el trabajo obviamente hace que el empleado se involucre de una forma positiva.

La satisfacción y la motivación nos llevan al compromiso con los objetivos. Por tanto, podemos considerarlas las claves del éxito.

Sin embargo, el grado de compromiso en las empresas está muy por debajo de lo deseable. Según un estudio hecho por la consultora Gallup, en 140 países, con una muestra de 73.000 personas, el 66 % de los empleados no se sentían en absoluto comprometidos, el 20% eran extremadamente no comprometidos, y solo un 14%, estaban comprometidos con sus empresas.

Por otro lado, los trabajadores comprometidos tienen un 37% menos absentismo, y una productividad del 57% más, que los no comprometidos según este mismo estudio.

Solamente un 8% considera que su trabajo le proporciona bienestar. La falta de compromiso es un problema universal que claramente afecta al rendimiento de los trabajadores.  No nos comprometeremos nunca con algo que pensamos no nos beneficia, muy por el contrario.

Cuando los empleados perciben que su valoración personal existe, y perciben un esfuerzo por parte de la empresa, por desarrollar su bienestar personal, esto incidirá positivamente en el compromiso y en el rendimiento.

Cualquier herramienta, como Mindfulness, que incida en el crecimiento y el desarrollo individual, ira a favor del  bienestar de las personas, de su satisfacción e implicación con su trabajo.