Según Seyle, uno de los principales investigadores sobre el estrés: “El estrés es una respuesta inespecífica del organismo a cualquier presión o exigencia”.

Se produce por lo que llamamos un estresor, que puede ser una circunstancia externa o una circunstancia interna nuestra, como una emoción o pensamiento.

Al considerar que estamos ante una situación de amenaza, experimentamos una reacción automática de alarma y nuestro cuerpo se prepara para una acción huida o de lucha. Esto nos ha permitido durante siglos defendernos y avanzar, pero también, nos ha abocado al colapso y la enfermedad.

¿QUE HACE QUE NOS SINTAMOS ESTRESADOS EN EL TRABAJO?

1.   Estar sometido a un clima laboral estresante, con el añadido de que no está en nuestra mano el cambiarlo, hace que nuestra impotencia ante él eleve los niveles de estrés interno. Pues cuando tenemos la sensación de no tener ningún control sobre las cosas que nos perjudican, se apodera de nosotros un sentimiento de indefensión que nos hace más vulnerables.

2.   Otras veces la falta de reconocimiento, de no sentirnos valorados lo suficiente, también es causa de estrés.

3.   Los cambios constantes que traen aparejada una incertidumbre prolongada que se escapa a nuestro control.

4.   La cantidad de información que tenemos que manejar y a la que responder

5.   La incorrecta organización de nuestra agenda, que debe estar basada en nuestros objetivos y prioridades, en primer lugar. Al mismo tiempo, conseguir que nada nos desvie de nuestras prioridades.

6.   Nuestra mala relación con algunos compañeros y/o jefes. Esto, a veces comienza con falsas interpretaciones de las cosas, o con una mala gestión de situaciones interpersonales que nos resultan demasiado difíciles.

7.   Situaciones personales que nos pueden estar desequilibrando o haciendo infelices, fuera del entorno laboral, pero que al no saber desconectar de ellas, nos “llevamos puestas” a nuestra actividad en el trabajo.

8.   Las situaciones de crisis dentro y fuera de la empresa, que, como un huracán imparable, llegan a nuestro entorno, a veces prolongándose en el tiempo, y que desgraciadamente sacuden los cimientos de una organización y de la sociedad en su conjunto.

¿ QUE OCURRE CUANDO EL ESTRES QUE SURGE DE TODO LO QUE NOS RODEA, PARECE NO TENER FIN, NI SOLUCION NI ESPERANZA DE QUE DEJE DE AFECTARNOS?

Cuando el estrés se prolonga demasiado en el tiempo, y se acumula la indefensión ante él por nuestra parte, empiezan a notarse los efectos negativos que este tiene sobre la atención, la memoria, y otras funciones cognitivas. Nos desborda. Por tanto, las funciones ejecutivas también disminuyen u operan de forma errónea. Esto provoca un círculo vicioso que produce mayor estrés, trayendo consigo ansiedad, depresión, enfermedades psicosomáticas y de toda índole.

Muchas veces, por tanto, no son nuestras capacidades o desinterés lo que reduce nuestro rendimiento, sino la saturación de demandas y la interpretación de las mismas, que de una forma negativa nos pueden poner en contra de la solución, en vez de a favor.

Podemos observar, que a veces el acontecimiento más nimio puede provocar en nosotros una reacción desmesurada. Esto nos demuestra que el potencial estresante, no reside tanto en el estresor como en el modo que nosotros lo percibimos y lo gestionamos. Esta forma de gestionar está vinculada a nuestro momento de saturación, o no, producido por la presión.

Cuando surge el estrés comenzamos a producir hormonas como la adrenalina y el cortisol que a su vez generan un aumento en la concentración de glucosa en la sangre. Todo ello facilita un mayor nivel de oxígeno y energía, siendo su objetivo protegernos: sobrevivir y/o adaptarnos.

¿ SIRVE PARA ALGO EL ESTRES ?

El estrés sirve para despertar los sistemas de alarma en el individuo con el fin de que este se adapte a las circunstancias del entorno, pero cuando estas demandas exceden nuestros mecanismos de adaptación, se produce el distrés, que es el estrés patológico.

El individuo entonces percibe la amenaza como excesiva, y sus recursos se ven desbordados poniendo en peligro su bienestar. Tenemos la sensación de que el estrés nos excede, y no podemos afrontar lo que el medio nos solicita. Estos niveles de estrés si se van elevando con el tiempo, si nos desbordan una y otra vez, se van acumulando.

   La neuroplasticidad cerebral también tiene su correlación con el estrés. Hay estudios que demuestran que el estrés mantenido en el tiempo cambia el propio cerebro, y mindfulness nos ayuda, porque ejerce un efecto positivo en el cerebro. Lo transforma para conseguir una mejor defensa contra él.

Nos ayuda a compensar el desgaste que nuestra actividad nos provoca.Mediante atención plena conseguimos mejorar otras capacidades como la atención, la cognición. Hacer que sean más eficientes.

  Hablamos siempre del estrés como algo negativo, pero no es así. El estrés es necesario para poder afrontar los cambios. Para buscar soluciones a los problemas. Que el estrés sea bueno o malo, depende del modo en que nos adaptemos a él.

Si conseguimos ajustarnos y adaptarnos bien, nos ayuda a evolucionar, a desarrollarnos saludablemente. Si tenemos dificultad para adaptarnos, cualquier cambio, aunque sea positivo, nos puede llevar a sentir mal.

Como dijo Seligman:  “El potencial estresante no depende tanto del estrés como de nuestro modo en que lo percibimos y gestionamos”.

Sabemos que el estrés existe, y no es tan malo como parece. Necesitamos dosis de estrés para ponernos en movimiento, para crecer, para conseguir metas. Es el estímulo que nos hace reaccionar y responder. El estrés no es necesariamente malo. El desbordamiento del estrés, si lo es. Pero todo depende de nuestra interpretación y gestión del mismo. Es nuestra mente quien hace ambas cosas.

Lo importante es conocerse, y saber cuál es el nivel de estrés losuficientemente estimulante para nosotros, que nos encamine a la acción, y suficientemente controlable para que no nos desborde. Cada uno debe encontrar su propio nivel óptimo entre actividad, satisfacción y capacidad de resistencia al estrés. Conocer este importante matiz, nos beneficia, a pesar de que haya circunstancias en que no este en nuestra mano poder aminorar las exigencias externas.

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LOLA LOPEZ

AUTORA DEL LIBRO MINDFULNESS EMPRESAS. «LA EXCELENCIA EMPIEZA EN TI». https://lolalopezpsicologia.com/sobre-mi/

CURSOS Y TALLERES DE MINDFULNESS PARA EMPRESAS. MINDFULNESS PARA LA EXCELENCIA EN EL LIDERAZGO

Webs: www.lolalopezpsicologia.com |  www.mindfulness-empresas.com

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