El aferramiento es un fenómeno por el cual, uno desarrolla un proceso psicológico de dependencia, derivado de la interpretación de sus experiencias, y lo mantiene con fuerza. A veces con obsesión.

Nos identificamos con aquello sin lo cual, nos parece que perderíamos seguridad, ventajas y bienestar. Es humano que nos podamos aferrar tanto a las cosas, ya sean a cosas materiales, como a situaciones y personas. Lo peor, es que nos identificamos con ello hasta tal punto, que acaba produciéndose una fusión entre nosotros y lo que creemos tan importante.

Desligarnos de ello nos cuesta. Incluso la idea de perderlo nos puede parecer insoportable. De esta forma, mediante el aferramiento, nuestra esfera personal se cierra, definida por una realidad que tiene mucho de subjetiva, y que en cierto modo nos encarcela, abocándonos a más sufrimiento a la larga.

Esta pequeña esfera, que cerramos todo lo que podemos para no perder lo que tenemos, está habitada por recuerdos, definiciones de uno mismo y de otros, de valores éticos, de convencimientos. Se compone de pensamientos que propician un determinado estado emocional. Nuestra realidad se define en esa pequeña esfera, y tratamos de dar portazo a lo desconocido, tratando ilusoriamente de controlar así la incertidumbre.

Defenderse es de sabios, pero aferrarse a algo, no. Todo es pasajero. La transitoriedad es inherente a todo lo que nos pasa. Hoy día vivimos una época que se define como de máxima incertidumbre. Es imposible cerrar la puerta a este hecho.

Nos aferramos a las cosas y a las personas, porque tenemos aversión hacia todo aquello que ni queremos, ni nos gustaría que nos pasara.Suponemos que, si dejáramos de aferrarnos a lo que ya tenemos, entonces todo hacia lo que sentimos aversión, nos caería de repente. Como una piedra que estuviera pendiente de un hilo, preparada para desprenderse sobre nuestra cabeza. Huir de todo lo que no nos gusta, nos empuja a crear un hiper-apego de lo que tenemos.

Esta zona que llamamos de confort nos acarrea perjuicios, en ocasiones muchas desventajas, e incluso sufrimiento camuflado de cierto bienestar. Pero a cambio, nos da algo que necesitamos: seguridad.

La preocupación de perder el bienestar, o de pasarlo mal, nos hace suponer que aferrándonos a lo que ya tenemos, conseguiremos no perderlo nunca, o no perderlo tanto. La posibilidad de perderlo nos parece la peor opción.

La noria de la vida, unas veces nos mantiene arriba, y otras, nos hace bajar precipitadamente. Si nos aferramos tanto a lo que tenemos, estamos dando carta blanca al sufrimiento y al malestar. Estamos dando un poder a las circunstancias externas que puede ser catastrófico. No estamos entrenando nuestra mente para hacer frente a la desgracia.

A veces el miedo de que algo que nos resulta agradable, pueda dejar de suceder, por ejemplo, el hecho de perder a alguien que queremos, nos puede hacer crear una interdependencia no natural, provocada más por la inseguridad y la necesidad, que a la larga no nos hará felices.

Esta idea de aferramiento tiene mucho que ver con la idea de que solo manteniendo la situación, podremos estar bien y encontrar la felicidad, o con la idea de que esa es toda la felicidad a la que podemos aspirar, aun pudiendo estar manteniendo una relación o situación toxica.

Ocurre cuando soportamos situaciones prolongadas, personales, sociales o profesionales, con las que no estamos satisfechos. Y nos contamos insistentemente, que lo mejor es quedarse ahí, para no perder la supuesta estabilidad que nos da una situación conocida y habitual.

Se trata tan solo de una idea, que puede adquirir la categoría de firme creencia, y destruirnos en caso de que debamos afrontar la realidad opuesta.

En nuestros días, el aferramiento se ha extendido al uso de los aparatos electrónicos, de los que obtenemos una pequeña recompensa inmediata cada vez que los usamos. De tal manera, que no podemos muchas veces vivir, sin consultar nuestro móvil, nuestro mail, o nuestras redes sociales. Esta nueva clase de apego nos ha creado una nueva dependencia, favorecida por el hecho de que nos la podemos llevar a cualquier sitio sin tener que desconectar.  

La felicidad se consigue de muchas maneras, y una de ella, tiene que ver con el concepto de no aferramiento a nada. Ya sabemos que la vida es cambio constante, y que está lleno de oportunidades y personas.

Seguramente, cuando algo se acaba:  una relación, un trabajo, una situación que te parecía privilegiada, la desaparición de alguien querido…nos puede parecer que nunca más tendremos algo que nos sea tan beneficioso, o que pudiéramos encontrar algo igual o mejor. Que no podremos vivir sin ello.

La vida sorprende. Somos capaces de adaptarnos a lo nuevo que nos depara. Aunque sea incierto, puede ser aceptable, e incluso mejor.

No todo es lucha, también es entendimiento. Las narrativas negativas e irreales que tenemos acerca de nosotros y lo que nos rodea, condicionan nuestro enfrentamiento al miedo, porque nos hace entenderlo como inexpugnable. Pero el miedo, también se vence.

La aceptación de lo que nos pasa, forma parte de una inteligencia que se puede ir cultivando. La aceptación no es resignación o indefensión. En estas, hay aislamiento y cerrazón. En la aceptación, hay apertura, exposición, y llega la transformación de lo que nos parecía imposible o inaceptable.

Gracias a la aceptación, podemos lidiar con la incertidumbre, podemos utilizar todos nuestros recursos de una forma eficaz, para salir, forzada o libremente, pero de forma consciente, de nuestra zona de confort.

Aunque nos parezca que no hay otro trapecio frente a nosotros que nos pueda volver a sostener, en caso de saltar o caer en el vacío, lo cierto es que, si miramos bien, existe. Es solo cuestión de atreverse a saltar. Asirse con fuerza al nuevo trapecio.

La felicidad también consiste en lo que dejas ir, en no aferrase a lo que te puede esclavizar. Ni al presente ni al pasado.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies
X